Cuarentena en Silencio
Cuarentena en Silencio.
Serán las diez de la noche y el pueblo de Jerez no enmudecerá porque ya lo está.
No. Este año no haremos la estación de penitencia con el Silencio.
Esa noche los hábitos negros no visitarán la iglesia de San Miguel, no saldrán los cirios blancos sobre la noche oscura, ni oleremos el romero fresco, las flores recién cortadas, esas que mi madre muchas veces colocara a los pies de la Virgen del Rosario y del Silencio…
Hemos cambiado los capirotes y el olor de la cera derretida por las mascarillas y el olor a alcohol.
Pero hay algo que sí que está presente este año… EL SILENCIO.
Y no es el silencio del Huerto de los Olivos. No es ese silencio que nos enseñaron nuestros padres a guardar. Es el silencio del miedo, de la desconfianza entre humanos.
Esta primavera que ahora estamos pasando, la más irreal de nuestras vidas, el silencio está más presente… tal es, que escuchar un ruido nos sorprende.
Silencio en las calles y plazas de mi pueblo que ya debía tener las fachadas encaladas, las flores preparadas y las cornetas limpias y afinadas.
Silencio que nos va pesando día tras día…
Silencio hasta las ocho de la tarde, que salimos con algarabía a dar gracias y a decirnos que estamos aquí, ¡aquí vivos! ¡Y que no nos venza el miedo!
El silencio que nosotros echamos de menos es el de la Oración al Padre, el de los Martes Santo…ese silencio sobre el que camina Nuestro Cristo con el Ángel detrás…con el compás de los pies (esos que nunca pude yo ser), rozando en el suelo, que es la música perfecta para orar delante de Él…al que una vez más le pido:
Aliento para aquellos que una vez perdieron la Fe. Para que se supere otra vicisitud en nuestras vidas, sin olvidarnos de quienes perdieron teniendo solamente la caridad de un sanitario cercano, pero con la mano tendida de la Virgen del Silencio y su Hijo, porque aunque la habitación estuviera sola, sin familia, seguro que estaba allí su mano.
«Cuarentena en Silencio» es un artículo de Francisco José Pérez Sousa.