Ser cofrade es
Ser cofrade es acompañar a Jesús o a la Virgen en las procesiones, pero hacerlo también el resto del año, dejándose, a su vez, acompañar por Ellos.
Ser cofrade es dar cada uno de sí mismo lo que puede pues no todas las circunstancias personales son iguales.
Hay quien, dando poco, da todo lo que tiene.
Hay quien da mucho y para ello también deja mucho atrás en el camino.
Cada acción que se une a la Semana Santa es importante y por pequeña que parezca siempre suma. Sería interminable enumerarlas todas.
Es además un trabajo que no se reduce a estos días previos, si no que se desarrolla durante todo el año.
Ser cofrade de Semana Santa es dejarse acompañar por Dios porque Él es el que le da sentido.
Y en nuestro caso como Jerez pone un contexto difícilmente igualable, se puede decir que la Semana Santa en nuestro pueblo es grande porque es Dios y porque es Jerez.