A los costaleros de la Amargura.
Tenía que ser a esta hora, cuando se abrieran las puertas de par en par para encontrarte de nuevo, tan reluciente, tan hermosa, tan dolorosa.
Querida Madre.
Tenía que ser a esta hora, cuando nos reuniéramos de nuevo para sacarte en penitencia, para culminar el trabajo de un año, para expresarte nuestra devoción.
Tenía que ser a esta hora cuando el barrio Callonco te proclamara su Reina. Te quisiera dedicar sus pensamientos, sus oraciones, sus lamentos, sus sufrimientos.
Tendría que ser a esta hora cuando todos claváramos en ti nuestra mirada, sintiendo las penas que te afligen y que nos afligen, esperando el consuelo que nos infunde tu mirada.
Tendría que ser a esta hora cuando surgiera ese compañerismo. Surgieran esos abrazos, esos deseos y devoción que todos llevamos dentro, por tu amor, por tu cariño. Leer más